domingo, 10 de abril de 2022

La escalada invernal en solitario al Naranjo de Bulnes

 Crónica de una escalada

A principios de 1977, nuestros compañeros Rasueros, Gras e Iñaqui Eceiza nos convocaron para hacer un relato de como había sido la escalada de Esteban Vicente en solitario al Naranjo de Bulnes, con ellos como equipo de apoyo.

Eso es lo que hoy quiero recordar al hilo de la documentación que me ha enviado Fernández Truan y ha completado Jaume Miró Peiró.

 


La escalada había tenido bastante repercusión porque aún estaba caliente la mediática escalada de las cordadas de Cesar Pérez de Tudela, José Ángel Lucas y Gervasio Lastra … que había generado alguna crítica, por el soporte mediático a una actividad tan alejada de los focos de la fama,

“Hubo aficionados que contemplaron lo ocurrido con desagrado, igual que si se hubiese montado un frívolo número circense en lo más sagrado de los Picos de Europa (El Correo febrero de 2020)”

Esto no es una investigación, por eso no he buscado en las hemerotecas, solo me refiero al recuerdo y, de todas maneras, ahí están nuestros compañeros que lo saben todo de aquel momento. Solo recordar que en la polémica mediática entró D. José María Cagigal (se arrepintió por lo que suponía exponerse a un sensacionalismo ajeno a su reflexión),  y lo hizo, como siempre, defendiendo a sus alumnos, encontrando argumentos en el juego, lejos de la mercantilización del deporte y el riesgo como comportamientos propios del ejercicio de la libertad.

Recuerdo aquella sesión de diapositivas, tengo en la memoria difusa algunas imágenes de esperas y celebraciones en un bar de Arenas de Cabrales¿? En cualquier caso, aquello forma parte de la historia del alpinismo y aún deja en internet rastros de lo que se hizo y de la polémica que suscitó.

Ahí va el relato. (Naranjo De Bulnes. Un Siglo De Escaladas. Isidoro Rodríguez Cubillas. Desnivel).

El 24 de diciembre de 1976, un solitario escalador arriba a la cima del Naranjo de Bulnes después de haber completado en invierno y en dos jornadas consecutivas la vía Rabadá-Navarro de la cara oeste. Se trata de Esteban Vicente Jiménez, de veintitrés años, estudiante de INEF y excelente deportista. Este piragüista de Salamanca que hasta los dieciséis o diecisiete años había vivido en Soria donde cuidaba ovejas y cabras en el monte, había llegado a la Vega de Urriellu acompañado de cinco compañeros de estudios, que eran prácticamente neófitos en la montaña y que llevaban un equipo poco adecuado para las condiciones invernales de unos Picos de Europa por entonces bastante cargados de nieve.

Avanzando lentamente, con las postreras luces del día llega al Anfiteatro de los Tiros de la Torca a las seis y media de la tarde, y para instalar el vivac tiene que tallar una repisa en el vítreo hielo, pues toda la pendiente está cubierta de hielo y nieve. Ha estado todo el día sin probar bocado y sin beber nada, absolutamente concentrado y absorto en la tarea de progresar metro a metro con seguridad…

Al día siguiente continúa la escalada después de haber arrojado la mayor parte de su equipo (saco, comida, tienda en pared, hornillo, cantimplora, varios clavos y mosquetones, una cuerda, etcétera) pues tiene claro que así subirá con mayor rapidez y porque no le va a hacer ninguna falta. A las cuatro y media de la tarde alcanza la más que nunca solitaria cima del Naranjo, después de unas diecisiete horas efectivas de escalada, y como el mismo confiesa, sin apenas cansarse. El descenso peligroso por la nieve acumulada en el Anfiteatro de la cara Sur…,

La polémica, como siempre que se produce algún hecho destacable en el Naranjo estaba servida. Ciertos medios de comunicación difundieron rápidamente la noticia maximizando esta ascensión y minimizando así la primera escalada invernal lograda unos años antes. En muy contados casos se trató la misma con la necesaria e imparcial mesura. Algunos mostraron su incredulidad y no admitieron el hecho de esta escalada en solitario por considerarlo completamente imposible; esgrimiendo además la poca experiencia alpina de Esteban Vicente y su grupo de apoyo en este tipo de actividades.

El relato completo está en http://cuarzofeldespatoymica.blogspot.com/2009/03/esteban-vicente-jimenez.html

Aunque parezca mentira, casi cincuenta años después, cada vez que se nombra esa escalada en algún foro, reaparece la polémica que entonces se suscitó. Doy algún ejemplo,

Por Alberto Dom Ene 04, 2004

Lo que tengo que decir al respecto es que no pongo en duda para nada sus facultades físicas que dejó claramente demostradas, pero recuerdo que su escalada invernal en aquél entonces no tuvo ninguna comparación con las hechas por Berrio, Ortiz, Lastra y Arrabal donde las condiciones climatológicas fueron sumamente adversas. Indudablemente, con ello no quiero desmerecer esa escalada que está claro hay que quitarse el sombrero.

Por Perkeo. Sab Nov 21, 2015

Dudar del mérito de la “primera invernal” en solitario de la oeste del picu, es envidia. Saludos a la buena gente de la montaña

 

Al lado de los que vivíamos la educación física y el deporte en su vertiente pedagógica o deportiva. Teníamos unos compañeros que integraron en su vida la aventura, la imaginación, el riesgo y el hedonismo de estar siempre en contacto con la naturaleza. No los nombro por si me dejo alguno que se sienta en ese grupo. También aprendimos de ellos. Y tal vez debimos aprender más.

 



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