jueves, 18 de mayo de 2023

Ramón Cid. Un acto de seducción

 Ahora que tienes tiempo


Ramón con Zubimendi. Una pirueta del tiempo

Lo siento chicos, según criterios de la OMS, estamos, unos más que otros, metidos en la vejez. El tema va por rachas; hay días en los que aborrezco los achaques que van apareciendo, la torpeza y los olvidos imperdonables. Otros, en cambio, disfruto del desayuno tranquilo mientras leo la prensa, del mordisquito furtivo al currusco cuando salgo a comprar el pan, de la libertad de opinar y decir lo que pienso sin sometimiento a casi nada. En esencia, es una satisfacción poder estar menos ocupado y poder dedicar el tiempo a pensar y sentir.

Alguien dijo que uno se hace viejo cuando mira más al pasado que al futuro. Estas líneas son una mirada por el retrovisor a los años transcurridos inmersos en el mundo real lejos de Obispo Trejo, espero no caer en exceso en la nostalgia, que no es otra cosa que el dolor que produce la pérdida o ausencia de un lugar, un amigo, o un tiempo en el que vivimos felices, aunque no lo sabíamos.

Un aspecto diferencial de nuestra labor, bien como profesores, entrenadores, gestores, con respecto a otro tipo de trabajo, ha sido el contacto estrecho con las personas, con sus emociones. De alguna forma, hemos sido el médico de los sanos o bien, hemos gestionado para que así sea.  En mi caso, el trabajo desarrollado a lo largo de estos años ha simultaneado la labor docente en una escuela de magisterio con la de entrenador de atletismo.


Ser profesor de futuros profesores, me ha parecido un acto seducción: ofrecer a los alumnos una actividad en la que crees de tal manera que percibas en sus caras aprobación, agradecimiento y la convicción de que en su futuro laboral serán sensibles a la actividad física como medio y fin educativo, ha sido una experiencia gratificante. Encontrar antiguos alumnos que te transmiten la huella que dejó en ellos aquellas clases, de las que tú dudabas de su impacto, y cómo han podido incidir en su vida, produce una profunda alegría. Creo que es una experiencia que muchos de los que nos hemos movido en este ámbito hemos vivido.

Con mi otra faceta, la de entrenador y dirigente deportivo de media y alta competición, he mantenido un diálogo algo más complicado. He dudado en ocasiones de su legitimidad, del porqué deben utilizarse los recursos públicos para ello y del cómo se retorna esa inversión a la sociedad. He encontrado respuesta a mis incertidumbres en dos aspectos. El primero es que los deportistas deben ser referentes y un buen ejemplo, en su comportamiento y actitud, para los jóvenes, respetando las normas y a los compañeros y el segundo, representar dignamente a la sociedad que te ha estado apoyando compitiendo bien y sin hacer trampas. He encontrado en los deportistas de alta competición y en los técnicos, al menos en el mundo del atletismo, gente de enorme valía. Es cierto que existen egos sobredimensionados y que erróneamente se puede tender a generalizar este comportamiento en todo el colectivo, y también es cierto que alguno sucumbe a la tentación de hacer trampas, pero esto sucede no mucho más que en cualquier otro de grupo social.

En líneas generales, por lo que he podido ir comentando con compañeros de entonces, hemos sido un colectivo relativamente feliz en cuanto al tema laboral. El contacto con la naturaleza, con la actividad física y la salud, con lo lúdico y educativo, me hace pensar que no nos equivocamos al elegir esta vocación. Que acertamos al elegir unos estudios a pesar de que, quizás, “podíamos haber estudiado otra cosa”.

Actualmente tengo puesta la etiqueta “ahora que tienes tiempo…”, que junto a la torpeza de no saber decir “no”, me mantiene en unos niveles de ocupación moderadamente altos. Muchos continuamos siendo “fáciles” para vincularnos a actividades de forma altruista. Es el eterno sino del gremio, qué le vamos a hacer.

sábado, 13 de mayo de 2023

Tomás Peire y Jaume Miró

 La avalancha de nuevas amistades

(El texto es de Tomás Peire y las fotos de Jaume Miró Peiró. De estas he elegido las que yo no había visto nunca y creo que vosotros tampoco)

Si alguien me preguntará: ¿Cuál es el recuerdo más intenso de aquellos cuatro años? le diría que no iba a ser posible citar uno. Pero si insistiera le respondería enlazando sensaciones e impresiones que, aun sabiendo que no son todas, se me vienen a la memoria sin necesidad de pensar mucho.

La inmersión en un entorno y un sistema increíble, inesperado. La vida social, académica y deportiva en el confortable y deseado entorno del INEF, en su residencia, en las aulas, en las pistas, en la biblioteca. El aterrizaje en otro planeta, en otra dimensión. Fue como un sueño.

El descubrimiento y la admiración por la personalidad y el trato de José María Cagigal y las enseñanzas que recibimos de él. Época de protestas, de huelgas y encierros de manifiestos y asambleas, que nos hicieron mejores. Con Cagigal de paciente mediador, en interminables reuniones negociadoras en su agradable despacho, que obligatoriamente acababan media hora antes del comienzo de sus clases, margen indiscutible que él exigía para poder centrarse y preparar los temas académicos de cada lección.

viernes, 5 de mayo de 2023

Manolo Martínez, Leles, Garrido y Arribas

 

Por su culpa


Cuando Arribas nos contó cómo llegó al INEF, como otros “por la culpa de alguien”, nombró en su relato a Manolo Martínez. Dijo ¡Qué suerte, otro padre!

Este hombre, en las muchas charlas que tuvimos, siempre me decía que qué coño pintaba estudiando Empresariales, que en el INEF estaba mi futuro, así que, en un viaje a Madrid, recogió los papeles para las pruebas, juntos los rellenamos y en otro viaje los entregó. Otra vez otro padre, que suerte.

La casualidad fue que aquel hombre era el padre de Leles Martínez, que estudió en la Almudena y la otra casualidad fue que Leles y Pedro García Garrido, se enamoraron y se casaron. Esto no es tan sencillo como que la pelota caiga a uno u otro lado de la red, como nos relataba Fernando París al hablar de las casualidades que nos llevaron al INEF,  esto es todo un culebrón emocionante. Para rematarlo, Leles y Pedro nos han mandado una foto de Manolo Martínez volando. Él también forma parte de esta historia, sería uno de los culpables de que la 7ª fuera como fue y de que seamos como somos. Claro, la foto ha pasado a formar parte de nuestro libro y de los recuerdos que dejaremos en herencia.

Por cierto, la foto también nos recuerda aquella historia de Arranz y su “patada a la luna” en la pileta de saltos de la universitaria. Esa historia, que desarrollamos entre todos en el Wasap, también está recogida en el libro.

miércoles, 3 de mayo de 2023

Alberto Angulo tiene una duda

 Atentos a la deliciosa historia que nos cuenta Alberto Angulo, y de propinas algunas fotos inéditas del archivo de Miró Peiró. Por supuesto está recogida en el libro del grupo.

Un caso que me hizo dudar.

Un suceso de mi práctica profesional hizo tambalearse una de las certezas más firmes de las que adquirimos durante la carrera.

En el INEF aprendimos que ante todo éramos educadores y que el movimiento era una buena herramienta para el desarrollo y el crecimiento de la personalidad. Por eso, después de una incursión en el negocio de los gimnasios, como después del INEF yo había estudiado fisioterapia, acepté el desafío de trabajar en una institución pública para de devolver la movilidad a quienes, por una razón u otra, la habían perdido o estaba deteriorada.

lunes, 1 de mayo de 2023

Jaume Miró Peiró. Un archivo maravilloso


Queridos amigos. ¡Qué nadie piense que me he cansado o tirado la toalla! Estoy como para empezar, ilusionado y activo. El problema es que, como no era posible que un editor siguiera el ritmo de mis dudas sobre la maquetación del libro, lo he maquetado yo y eso me ha costado más trabajos del que creía. Hoy por fin puedo decir que lo he terminado (cruzaré los dedos para que el impresor admita mi trabajo) y en una semana llevaré el libro a la imprenta. Eso quiere decir presupuesto nuevo… De eso ya hablaremos.

Lo importante es que en estos meses sin comunicar nada he seguido recibiendo información y documentos que sin duda os divertirá. Como las fotos que con considerable esfuerzo está recuperando Jaume Miró Peiró, a partir de unos cientos de negativos que guarda desde entonces.

Monográfico Torrecillas, Granda. Tanto monta monta tanto...en moto o a caballo