sábado, 19 de marzo de 2022

En memoria de López Blanco

 De José Manuel Morales para Juan Manuel López Blanco

Le conocí muy bien durante los estudios de la carrera. Digo estudios porque más de una noche estuvimos en su casa de la calle Galileo, estudiando fisiología o anatomía.

Alarcón, La Hoz, Morales, Sogor, Menéndez, López Blanco
García Garrido ¿?

Juntos nos escapamos de una práctica de Aire Libre en el pantano de San Juan para ver un partido que televisaban por la noche, supongo que sería un Madrid-Atleti. Nos fuimos andando hasta Pelayos de la Presa a un bar. Venían otros, puede que Juanón y alguno más, no recuerdo bien. He hablado con Pedro García y con Emilio La Hoz, pero no eran ellos.



Ya sabéis que me estoy refiriendo a Juan Manuel López Blanco, “el maestro” le llamábamos, y también sabéis que era poli.

Una vez estaba yo en un puticlub de Capitán Haya a altas horas de un sábado celebrando no sé qué, y apareció él formando parte de una redada Se vino hacia mí (yo un poco acongojado) y me pidió la documentación que no llevaba. Por un momento pensé que sería capaz de detenerme y llevarme por delante. Me dijo:

—Vete de aquí ¡ya! y el lunes hablamos.

El lunes nos vimos en clase y nos reímos por la situación y el acongojo.

Pasó el tiempo, yo vivía en Alcalá de Henares, me llamó y me pidió que le dejara un libro de derecho deportivo. Vino a mi casa, comimos juntos y no podéis imaginaros la alegría después de tantos años. Me dijo que estaba en Ávila en la escuela de policía de profe. Pocos años más tarde me enteré por un compañero que trabajaba conmigo, que Juanma había fallecido. Le había dado un infarto jugando al tenis en la academia de Ávila.



Desde aquí mí homenaje al amigo y a “el maestro”.




                                                                                                 José Manuel Morales

3 comentarios:

  1. En aquellos momentos tan convulsos, final de la dictadura y muchos movimientos reivindicativos, debía ser muy difícil ser policía en el INEF. Recuerdo con toda nitidez, cuando se convocaba una asamblea, por supuesto ilegal, el gesto resignado de Juan Manuel haciéndose a un lado con gesto de decir “Yo no he visto ni oído nada”. Hay que tener en cuenta que, con aquellos “subversivos”, luego tenía que compartir el juego, el pase, la llave de judo. Un caso muy claro, casi un esperpento, es lo que ocurría con José Luis Salvador. Salva empezó los estudios con la 5ª promoción y allí estaba José Luis Larrazabal, que también era policía, como Juan Manuel Blanco. Salva ya era un miembro del PC y cuentan sus compañeros de entonces que cuando les tocaba de parejas en cualquier juego o deporte, se hacía un silencio expectante en la clase por ver cómo acababa aquel encuentro. Nunca pasó nada. Como nunca pasó nada cuando Salva se incorporó a nuestra promoción y tuvo de compañero a López Blanco. Nuevamente jugar a perseguirse, pasarse la pelota, defender o atacar era el día a día. Un caso curioso que da mucho que pensar.

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  2. Sí, curiosos casos. Tiempos revueltos y muy instructivos. Aunque yo lo traté muy poco, un cálido recuerdo para él.
    Firmado: Beto López (así me bautizó Gras Gordon una tarde ociosa en la residencia)

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  3. Yo era un jovenzuelo pardillo recién llegado a la gran capital y tuve un gran apoyo en mi querido "maestro" Juanma, el equipo formado con Juanma, Emilio Lahoz y Manolo Morales era suficiente para pasar buenos ratos...

    El era el mayor de nuestra promoción (Fue admitido con el límite de edad del INEF de entonces...) y yo, precisamente el mas joven, casi podría haber sido mi padre. Era un tipo genial, y sobre todo una gran persona, que en mas de una ocasión (Como comenta Morales...) me sacó de algún que otro atolladero sin pedir nada a cambio...

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