Antonio Sogorb. El coraje de ser educador

 Educador sobre todo

Sogorb y Gras hace unos días

En Madrid acabé trabajando en las R.R.P.P. Promoción y Publicidad de la cadena de discotecas más importante de Madrid (Seis Peniques, Enmanuelle, Limón y Menta…) pero la necesidad de cumplir mi servicio militar, al que ya no le quedaban más prorrogas, junto al haber iniciado una relación con Conchi, que hoy es mi santa esposa, me obligaron a dejar un trabajo muy bien remunerado y con muchas posibilidades en todos los sentidos (Si, en esos que estáis pensando, también).

El ejército y yo nunca nos hemos llevado bien, y a los dos días de llegar al campamento volví a alegar pies planos y me mandaron al hospital militar de Mislata, donde tras dieciséis días de disimulo y empollarme bien los síntomas para pasar las entrevistas del tribunal médico me dieron la cartilla blanca y regresé a Alicante (Nunca soñé con una mili más corta…Jejejejeje). Evidentemente eso modificaba mis proyectos de regresar a Madrid al año siguiente, algo tenía que hacer durante los meses que no vestiría uniforme; eso y la carita que ponía mi novia para que me olvidase de Madrid, me decidieron a sentar cabeza y quedarme en mi terruño. Había que buscar un medio de vida para pensar en casarme y formar una familia, y lo inicié en colegios con contratos del AMPA, sustituciones varias y retornando a mi club de Atletismo Benacantil; poco trabajo, pocas horas (Y en consecuencia poco dinero…) no presentaban un futuro muy halagüeño…

Un día llama un amigo y me dice que se había enterado que el Consejo Superior de Protección de Menores iba a abrir un “Colegio” en Alicante y buscaban personal, y allí me presenté buscando una plaza de Educación Física. Me hicieron la entrevista personal el director y el gerente, y a los cuatro días estaba allí con mi chándal Adidas azul con el logo del INEF…  Mi sorpresa fue cuando una vez allí me dicen que no era profesor de Educación Física, sino simplemente Educador; que aquello no era un “Colegio” sino un Centro de Reeducación de Alta Seguridad para Jóvenes Delincuentes y que el grupo al que me habían destinado estaba compuesto por siete muchachos, que sumaban entre todos once muertos en atracos varios… Tenía dos opciones, rajarme y marcharme, o seguir y descubrir un mundo totalmente nuevo. Yo seguí durante dieciséis años más cuando la ratio media no superaba los seis años y medio …

Lo cierto es que ese trabajo me gustaba, descubrí que mi faceta de educador era más relevante que la del trabajo físico; descubrí que a veces conseguías imbuir, a algunos de esos muchachos antisociales, ciertos valores que les podrían ayudar en el futuro, para mí era suficiente. El paso de los años me llenó de grandes experiencias; desde ganar un Tercer Premio Nacional con el programa experimental “Modelo de Competencia Psicosocial para jóvenes delincuentes”, que aún hoy se lleva a cabo en cárceles españolas, a ser encarcelado en Benidorm por llevar en mi coche en un permiso a un peligroso delincuente y considerarme cómplice suyo…

Pero el centro cerró; tras ello vinieron dos años en la “Unidad de Detenidos” con turnos de hasta 86 horas seguidas, luego traslado como “Técnico de Ejecución de Medidas Judiciales” o sea, retirar a niños, de meses a 10 años, de la patria potestad ante casos de flagrante abandono y/o desidia delictiva de sus padres, después al “Centro de Recepción de Menores” unos meses y de nuevo a la Dirección Territorial para ser el “Representante de la Entidad Pública Competente” ante el juzgado de menores y dar asistencia a los detenidos de menos de dieciocho años, también ejercí como ”Mediador Judicial Familiar” para menores delincuentes. Con el tiempo regresé al trato directo con niños en la Residencia Comarcal L’Alacantí, pero sus escaleras y mis rodillas no congeniaban bien y de nuevo a la D.T., pero no en Menores sino en “Tutelas Judiciales de Adultos” y allí estuve más de quince años, y por último ahora actuando como “Defensor Judicial” de presuntos incapaces ante los juzgados de familia correspondientes…

Ese ha sido mi bagaje profesional durante mi “Después”, pero ¿Dónde queda el deporte…?, bueno no lo dejé jamás, aunque nunca viví de él, casi todos mis trabajos deportivos fueron altruistas (Mal criterio según mis allegados…)

En 1980 regresé al Club de Atletismo que fundamos varios compañeros y nuestro entrenador en 1976 llevándolo a Ligas Nacionales con el Hércules C.F., tras ellos fundamos el Kelme Atletismo, un proyecto vital para el Atletismo español entre 1986 y 1992, mientras llevaba la preparación física de una Escuela Nacional de Tenis con jóvenes promesas y de dos clubes de tenis de Alicante.

En 1990 fundé en Alfás del Pí la Escuela de Atletismo y un grupo de entrenamiento para Tercera Edad y Sedentarios, creando, un Centro Internacional de Entrenamiento modélico en Europa. Luego regresé a la ciudad de Alicante como director de su Escuela Municipal de Atletismo tres años; y puse en marcha un plan escolar de detección de talentos llamado “Campaña Conoce el Atletismo” para niños de once años; y a lo largo de mis doce años, como delegado Provincial de Atletismo de Alicante, programé, organicé y llevé a cabo 36 Meetings Internacionales de Atletismo entre Alicante, Alfas del Pí, Benidorm y Torrevieja.

En 1997 relancé el CA Benacantil con patrocinio del Puerto de Alicante y durante diecinueve años fue de los clubes más importantes de España. Fui miembro de la Asamblea de la RFEA quince años, estoy en la Comisión de Atletas Master RFEA y en 2019 fui Coordinador General del XCIX Ctº de España Absoluto de Atletismo celebrado en La Nucia, supervisando la construcción de su Estadio.

Me jubilaré en doce meses (Prolongación voluntaria de servicio activo) y dejaré también el terreno atlético y deportivo, dedicándome solo a mi esposa Conchi, y nietos (Alex y Vera), a volver a pintar y escribir dos  novelas; y espero también a viajar un poco y poder visitaros a algunos viejos amigos…

¡Un fuerte abrazo a todos!

 

                                                                                                      Antonio Sogorb Lledó “Dado”